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Lo recuerdo como si fuera ayer. Justo en el paradero uno estaba la comisaria y de alli salieron los policias que pararon la camioneta en la que ibamos todos. Despues me entere que habia que llenar un permiso, para descartar cualquier robo de enseres. Llegamos a Canto Grande y a pocas cuadras del Colegio Francisco Bolognesi, paro la camioneta. Nos esperaba un terreno de 6 x 15, baldio y con basura. Esa seria nuestra nueva direccion. Dejamos Callao para ir a vivir a San Juan de Lurigancho y sus unicas cuatro lineas de autobuses que pasaban por ese rumbo: 12C, 57, 23 y 52. Afortunado si lograbas subir y agarrar asiento. Era 1980.
Con el correr de los dias armamos una choza bien solida y con techo. Podia ver las mejillas chaposas de mi madre por el esfuerzo pero contenta de por fin contar con algo propio. Las noches eran oscuras pues no habia electricidad, tampoco agua y por consiguiente ni desague. De un dia a otro tuvimos que aprender a vivir como en el campo pero sin cielo estrellado. Lamparas de kerosene, bateria de carro conectado a la television y un pozo de agua meticulosamente construido para contener cuatro cilindros del liquido vital y a gozarlo. Si alguien me hubiera dicho que algun dia intentaria ser alcalde de esta parte de Lima llamado San Juan de Lurigancho, me hubiera atorado con la machica.
En el 2010 y gracias a la invitacion de Rafael Belaunde (hijo del ex Presidente Fernando Belaunde) participe en las elecciones municipales con el partido Adelante. Fue una experiencia enriquecedora. Conoci gente buena y sincera como tambien politicos hipocritas y mas falsos que un billete de dos soles. Entre en esto como la primera vez que llegue con mi familia a Canto Grande, con muy poco pero con muchas ganas de meter el hombro. En esa ocasion quedamos entre los ultimos a pesar de la entusiasta participacion de muchos jovenes. Este 2014 lo intentare nuevamente y espero que el voto de uds. me favorezca para asi marcar un ahora y un despues en la historia de nuestro distrito.
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